«¡No merecemos sufrir así!»
El Club León perdió 2-1 el último juego ante Puebla, el último lugar del torneo.

D8/Redacción
Todo salió mal. Esta temporada todo salió mal, desde el principio hasta el fin.
El equipo León perdió el último partido de la temporada, 2 a 1, frente al último lugar de la competencia, el Puebla, en casa, jugando mal, y haciendo sufrir a la afición.
Al silbatazo final, los porristas de Puerta Sol 5, empezaron a corear una canción dolorosa que resume el sentimiento de toda una temporada terrible.
«Pero mira qué dolor, pero mira qué vergüenza».
«¡Que se quiten la playera!».
«Se la den al hincha, que juegan mejor».
Así gritaba la afición, en la tribuna, con dolor y con vergüenza.
El equipo León consiguió solo 13 puntos en la temporada, tuvo 3 victorias, 4 empates y 10 derrotas. El equipo fue el penúltimo lugar del torneo, solo fue peor el Puebla, el que nos ganó este sábado.
La peor temporada desde que regresaron de Segunda División.

La temporada fue un desastre. Se fue el delantero Cadiz y el extremo Stiven Mendoza, y el equipo empezó la temporada sin delanteros. Se cayó el fichaje de Alemao que venía del Oviedo. Y los refuerzos llegaron tarde, Ismael Díaz, El Plátano Alvarado y Jordi Cortizo, aparecieron hasta la jornada cinco o seis, cuando ya todo iba mal.
Y luego varios jugadores bajaron de juego. Iván Moreno tardó en agarrar ritmo. Funez Mori no levantó en todo el torneo. Chava Reyes sigue sin crecer. Fonseca llegó tarde, tras el fallido pase al futbol de España. A media temporada, se fue Adonis Frías. Y luego James Rodríguez no terminó por sentirse bien en la cancha.
Una temporada para olvidar.
La responsabilidad más grande de este fracaso sin duda no fue de Eduardo Berizzo, ni de Nacho Ambriz, ni de Edson Ayón, ni de Sebastián Santos, ni de Paul Bellón, ni de Alfonso Blanco, ni de Oscar Jiménez, ni del Nene Beltrán. La responsabilidad del gran fracaso es de Jesús Martínez padre y de Jesús Martínez hijo. Ambos directivos desarmaron al equipo -están muy distraídos con el Real Oviedo de España-, y trajeron tarde a los refuerzos. León fue el peor equipo del torneo y quedó demostrado este sábado al perder ante el último lugar de la competencia, el Puebla.
Al final del partido, los jugadores se fueron al centro del campo y se presentaron ante los aficionados, con un profundo sentimiento de tristeza y frustración, como se aprecia en la fotografía arriba de este texto. Los hinchas empezaron a cantar esa canción dolorosa que dice así:
«Pero mira qué dolor, pero mira qué vergüenza».
«Que se quiten la playera».
«Se la den al hincha, que juegan mejor».
No merecemos sufrir así.



