La pared de Manzo en León: «No tengo miedo a morir»
En una colonia marginada de la ciudad, jóvenes pintan un mural del alcalde asesinado de Uruapan
D8/Redacción
Carlos Manzo, el alcalde asesinado de Uruapan, ya tiene un mural en León.
«No tengo miedo a morir… tengo miedo a ser un cobarde», dice la pared de Carlos Manzo
Un joven grafitero le pidió permiso a la dueña de una casa y pintó a Carlos Manzo en un portón, en el bulevar Perdigón, en la colonia Huertas de Medina, un barrio de la periferia llamado Lomas de Medina.
«Es un homenaje para una persona, no es otra cosa, un homenaje», dijo Cecy, la dueña de la casa. «Yo le di permiso al joven para pintarlo y me gustó. Carlos Manzo es un héroe en Michoacán. Él quería liberar al pueblo», dijo Cecy, vecina de Lomas de Medina.
La región de Medina es un barrio irregular, con calles de tierra, sin drenaje, ni agua potable, que ha sufrido la violencia del crimen organizado en los últimos años. Justo ahí surgió el primer mural de Carlos Manzo, un presidente que pedía mano dura contra el crimen organizado.
El mural fue pintado el viernes 7 de noviembre, es decir 6 días después del asesinato del alcalde de Uruapan, en la plaza principal de Uruapan, durante el festival de las velas en Día de Muertos.
«Yo sí conozco a Carlos Manzo. Fue un presidente que decía la verdad«, dijo una vecina que vive en la acera de enfrente. «Ese señor tan joven estaba diciendo lo que el Gobierno no quiere reconocer y por eso lo mataron», señaló la vecina.
El mural de Carlos Manzo, desconcierta a los vecinos, ya que los grafitis de la zona suelen ser pintas de pandillas o propagandas viejas de candidatos a cargos populares, pero no hay murales de personas.
“Yo pensé que era Valentín Elizalde, pero ya me dijeron que era un presidente que mataron”, dijo un vecino.
La gente pasa y se toma fotografías con el mural de Carlos Manzo. Unos dicen que fue un presiente valiente y otros afirman que lo mataron por decir la verdad o porque defendía al pueblo.
La dueña de la casa contó que vinieron unos señores a pedirle que lo quitara, porque los narcos se podían enojar y matar a la familia, pero ella no les hizo caso. “Me quisieron asustar para que lo quitara, pero es la imagen de un hombre que hizo algo por su pueblo. Es un homenaje», dijo Cecy. «Eso no tiene por qué traernos problemas, pero quieren que lo quitemos porque les está calando», agregó.
