La democracia era yo
Líderes del PAN se comportan como decía Groucho Marx: “Estos son mis principios pero si no les gustan tengo otros”

Así son los políticos. Cuando yo soy el candidato por dedazo, el partido es democrático. Pero cuando yo no soy El Bueno, entonces todo es antidemocrático. Es decir: la democracia soy yo.
Da risa escuchar a los expresidentes municipales de León decir que no hay democracia en el PAN. Cuando Ricardo Alaniz fue alcalde sin tener méritos, era democracia. Cuando Luis Ernesto Ayala fue presidente municipal sin tener experiencia, era democracia. Cuando Jorge Carlos Obregón fue alcalde, sin tener trayectoria, era democracia.
Ahora que ellos no reciben los beneficios de la democracia, ya el partido se volvió anti democrático. Ahora que ya nadie los incluye (por obsoletos y anticuados), sí denuncian prácticas indebidas.
Pero si todas sus carreras fueron construidas con las mismas prácticas extrañas, dedazos, votos corporativos, compadrazgos y trampas.
Alejandra Gutiérrez, por ejemplo, se volvió candidata dos veces sin ganarle a nadie. Por acuerdo. Por dedazo. Por extorsión. Por imposición, con tal de que no dividieran al partido. Pero ahora que les piden sumarse a otros candidatos o competir en asamblea, ahora sí es antidemocrático.
Es decir: la democracia era yo. Si no, es ratería.

El PAN atraviesa por una crisis en León. Los rancios panistas beneficiados durante décadas quieren seguir recibiendo beneficios gratis sin ganarle a nadie.
Y quieren seguir siendo los Ricardo Alaniz, los Luis Quiroz, los Luis Ernesto Ayala, los Carlos Medina, aun cuando ya no representan nada. Debido a eso hemos tenidos presidentes y presidentas sin méritos, sin capacidad y sin preparación, con tal de no dividir al partido.
Ahora la nueva amenaza es: nos vamos a Morena. Ahora amenazan con irse a hacer la contra, como Ricardo Sheffield, con tal de seguir pegados a la ubre del presupuesto.
Y son capaces de hacer cualquier cosa. De boicotear una asamblea. De lastimar al partido. De cambiarse de partido. De traicionar a León. Porque son exactamente como decía el comediante Groucho Marx: “Estos son mis principios, pero si no les gustan tengo otros”.



