Feria de León: burda operación para dejar a los mismos
La propuesta de los 21 nuevos representantes en el Consejo Directivo del Patronato de la Feria de León está llena de irregularidades.

Una noticia buena y una mala.
La buena: Ya se va David Novoa de la Feria de León.
La mala: Llega Héctor Rodríguez Velázquez al patronato de la Feria de León.
Son los mismos. No hay buenas noticias para León.
Se trata de un grupo de empresarios de León que tienen el control de los negocios en la Feria de León y que no quieren soltarlos, con el apoyo y respaldo absoluto del Municipio de León. Hay complicidad y opacidad en el manejo de los contratos.
La propuesta de los 21 nuevos representantes en el Consejo Directivo del Patronato de la Feria de León está llena de irregularidades.
Desde el Municipio de León se armó el nuevo Consejo Directivo a su beneficio. No hay representación real se los sectores y no hay integrantes que puedan vigilar la correcta aplicación de los recursos.
Hay control absoluto del Municipio con fines políticos y económicos. Metieron a consejeros que pueden controlar para seguir haciendo los negocios en lo oscurito.
De hecho sorprendió que dejaron fuera al representante de la Cámara de la Radio. Ahora no hay nadie. El mensaje de Alejandra Gutiérrez y sus colaboradores es muy claro: “Si no eres parte del equipo, no puedes jugar a nada”.
Es una actitud autoritaria y fallida. Esto no es lo que necesita la ciudad.
Se están repartiendo los espacios como si fueran premios por lealtades. El caso más claro es el de Héctor Rodríguez Velázquez que fue un presidente de Coparmex y que no cuestionó nada al Municipio de León, ni por la seguridad desbordada, ni por la falta de resultados. Y ahora lo premian como si hubiera sido bueno.
El apoyo empresarial está en venta al mejor postor. Los supuestos líderes empresariales se visten de sociedad civil para conseguir huesos y para ser operadores del sistema.
Este no es un Consejo Ciudadano. Los espacios de hombres los entregaron a empresarios poderosos y los espacios de mujeres los dieron a personas de las delegaciones, de San Juan Bosco, de Las Joyas, de San Miguel, de Cerrito de Jérez, quienes no buscan hacer negocios y no estorbarán a la hora de firmar.
El Consejo Directivo de la Feria de León está secuestrado. Algunos de esos empresarios han cuestionado el FIDESSEG por supuesta opacidad y cuando es la Feria de León hacen el reparto de los negocios a puerta cerrada y en secreto. Ni siquiera avisan a los regidores del Ayuntamiento que ya están sesionando y que están repartiendo los panes.
La Feria de León sigue operando con contratos oscuros. La mayoría de los negocios de la edición 2025 los hicieron con empresarios corruptores de Aguascalientes con la complicidad de los funcionarios de León. Hay opacidad y derroche en la Feria. Basta decir que una sola empresa de Aguascalientes hizo contratos por más de 120 millones de pesos por conciertos de la Velaria.
Por lo mismo, ahora nombraron a puros paleros como consejeros. No quieren que nadie revise los contratos. No quieren que nadie les pida cuentas. En la lista de representantes hay nombres como Jorge Carlos Obregón, Cecilia Ovalle, Juan Pablo Jiménez, Javier Robles, Patricia Alejandra Ayala, Carmen Fabiola Vera y Alfredo García.
Hay dedazo. Hay autoritarismo. Hay opacidad. Hay negocios. Y hay un uso político del Patronato de la Feria de León. El Municipio no quiere contrapesos, no quiere una mejor feria, no quiere transparencia. El Municipio de León busca comparsas, obediencia y libertad para hacer contratos oscuros.
Los empresarios no quieren a la Feria de León para construir una mejor ciudad. La quieren para colocar a sus amigos, para hacer negocios y para usarla como trampolín político. Pero la gente de León ya no les cree sus discursos de participación ciudadana. La gente de León vio el desastre de los boletos en los conciertos. La gente de León vio las mentiras en las cifras oficiales. Y la gente de León vio la opacidad a la hora de explicar quiénes hicieron los negocios.
Lo que vimos en la integración del Consejo de la Feria no fue una votación institucional, fue una operación política burda y oscura para dejar el Patronato en manos de los mismos de siempre. Los mismos empresarios.
Los mismos negociantes.
Los mismos beneficiados y ganones.