El último pase genial de James Rodríguez

D8/Redacción

Fue un pase genial. Primero se hizo un sombrerito a sí mismo para acomodarse el balón. Después le pegó de volea de una forma extraña y maravillosa. Y finalmente el balón hizo una «comba» en el aire que terminó rodando lentamente en el césped como una bola de billar hacia los pies de Ivan Moreno. Gol de León. Medio gol de James Rodríguez.

Una genialidad de James Rodríguez en el estadio León, ante la mirada atónita de 22 mil aficionados que no lo podían creer. ¿Cómo diablos hizo eso? ¿De qué forma le pegó que el balón hizo un extraño movimiento en el aire y cayó al pasto como si fuera una bola de billar?

Justo eso: Un pase de billarista. El Club León subió a sus redes sociales una fotografía que captó el momento exacto de la técnica de golpeo de James Rodríguez, una foto que deberían enviarla a todas las escuelas de futbol para que la vean los niños. Su posición es perfecta. James se apoya en el pie derecho y levanta la zurda. Inclinando el cuerpo ligeramente, con los brazos abiertos. Se encima suavemente sobre el balón. Agarra el balón cuando va bajando. Dobla ligeramente la rodilla. Y acomoda el empeine hacia adelante para darle un golpe perfecto y mandarlo exactamente en el sitio correcto donde viene llegando Ivan Moreno. Ivan Moreno parecía asustado de ver cómo llegaba el balón justo a sus pies de frente a la portería.

¡Alma mía! ¿Cómo James se hizo un sombrerito? ¿Cómo el balón hizo esa curva en el aire? ¿Cómo puso la pelota justo ahí? Queda claro que eso sólo lo puede hacer alguien que ha jugado en el Real Madrid o en el Bayer Munich, o que ha sido campeón de goleo en un Mundial de Futbol.

Esa asistencia genial quedará en la memoria de los aficionados del León por mucho tiempo. Durante las dos últimas temporadas, James Rodríguez ha dado pases geniales de gol, pero este merece una atención especial. «Fue un pase fantástico», dijo Alonso, en la tribuna. «Es magia», dijo Paco, al ver el gol. «Pincelada», describió el Club León en sus redes. Una técnica perfecta. Un golpeo exacto. Un trazo milimétrico. Visión de campo. Talento puro. James Rodríguez derrochando calidad por León, como lo hizo en Madrid o en Alemania. Todos los que estaban en El Glorioso fueron testigos y por eso le aplaudieron cuando salió de la cancha. Todo esos hinchas del León podrán presumir a sus nietos: «Yo sí vi a James Rodríguez, con estos ojos que se van a comer los gusanos, yo sí lo vi pegarle al balón como nadie en el mundo».